Con el apoyo de voluntarios de Cruz Roja Argentina y la asistencia de Papelera K&A, se corrió “El Camino del Tigre” en Campo Grande
La iniciativa fue impulsada por la Municipalidad de Campo Grande, y en el evento los participantes pudieron recorrer los caminos del corazón de la selva misionera, con vistas a las cascadas características de la localidad.
Durante la jornada de este domingo 10 de abril, los voluntarios de Cruz Roja Argentina (CRA) Filial Misiones, con el apoyo de Papelera K&A, participaron de una “experiencia trail”, en la carrera llamada “El Camino del Tigre”. La misma se desarrolló en Campo Grande, localidad definida como “el corazón de la selva misionera”.
El evento tuvo lugar sobre la Ruta Nacional N°14, a la altura del kilómetro 908, y el circuito constó de 3 distancias: 8k, 14k y 21k de tierra colorada, en contacto pleno con la naturaleza:
“Diseñamos 10 tramos, los cuales permitieron recorrer lugares turísticos, productivos, recreativos y de reserva, para maravillar a los participantes y despertar su lado salvaje”, aseguraron desde la organización.
Allí, los voluntarios de CRA brindaron apoyo logístico a los competidores y, una vez más, se hicieron presentes junto a Papelera K&A en una actividad que busca potenciar el deporte y la valorización de la naturaleza de Misiones.
El recorrido de cada uno de los circuitos contó con la participación de numerosos deportistas:
En la categoría 8K: 380 participantes;
En la categoría 14K: 260 participantes;
En la categoría 21K: 120 participantes.
Entre los atractivos que se recorrieron se encuentran el Salto Chávez, los arroyos Del Medio, El Tigre y Acaraguá, vertientes, plantaciones de yerba mate y té, caminos rurales de pura tierra roja y senderos en plena selva.
Una vez finalizada la misma se hizo entrega de los trofeos a los ganadores del podio de cada una de las categorías, además de premios en efectivo.
Moldes de papel para repostería: ¡Prácticos, económicos y sustentables!
Hoy te contamos todos los beneficios de utilizar moldes de papel en la reposteria, porque te van a hacer lucir como profesional, y te permiten llevar a la mesa los platos dulces más deliciosos.
En el sector de la repostería y la pastelería, la elaboración y presentación son dos etapas muy importantes de un mismo proceso, y para hacerlo sencillo y práctico es que hoy te queremos presentar nuestros moldes de papel, que reúnen múltiples beneficios:
Son aptos para realizar elaboraciones calientes y frías;
Son antiadherentes y fáciles de desmoldar;
Se pueden utilizar para servir el producto directamente a la mesa;
Se pueden congelar;
Están fabricados de materiales ecológicos y son reciclables;
Son económicos y muy variados;
No transmiten sabor ni olor a los alimentos.
Su practicidad
Para todo pastelero, el uso de moldes de papel o cartón logra resolver dos procesos clave en la repostería, porque permiten hornear los bizcochuelos, tartas o panes directamente sin necesidad de utilizar y manchar un molde de acero.
Además, los moldes desechables pueden emplearse para servir directamente los productos elaborados en eventos o celebraciones, y ofrecen un extra de higiene al no ser necesario desmoldarlos para servirlos. Por este motivo resultan más que útiles para emprendedores de catering, comedores de colectividades y buffets.
Su belleza
Al tener diseños elegantes y atractivos, los moldes de papel resultan ser una excelente forma de presentación del producto que vamos a entregar. Están fabricados con papel o cartón micro-ondulado, aportan un aspecto y textura muy agradables para el consumidor.
La sustentabilidad
Los moldes de papel están compuestos por insumos que garantizan su empleo seguro al hornear y, al tratarse de celulosa natural, no desprende ningún tipo de elemento nocivo.
Son totalmente seguros para su uso en repostería y alimentación y -una de las cuestiones más importantes- se pueden reciclar, respetando el cuidado del medio ambiente.
En el caso de que se desechen, su degradación se produce en muy corto tiempo.
En Papelera K&A contamos con una gran variedad de formas y tamaños de moldes desechables de papel para hornear, lo que facilita al repostero la producción de grandes cantidades sin necesidad de ensuciar y limpiar moldes de otros materiales.
Y una de las cuestiones más importantes: ¡tienen precios convenientes y muy atractivos!
Contactate con nuestros asesores para que puedan ayudarte a elegir el molde más adecuado para la preparación que tenés en mente.
Para elaborar la receta de rosca de pascua, comienza por poner a mano y medir todos los ingredientes que vas a utilizar.
Paso 2
Para hacer el fermento, mezcla en un bol la leche tibia con la levadura y el azúcar.
Paso 3
Incorpora la harina poco a poco y deja reposar durante 10 minutos o hasta que duplique su volumen.
Paso 4
Para hacer la masa de la rosca de Pascua, forma una fuente con la harina en una superficie de trabajo limpia y en el centro incorpora el azúcar, la vainilla, la ralladura de un limón, los huevos, las yemas y el fermento.
Paso 5
Comienza a formar la masa mezclando los ingredientes con la mano. Agrega la mantequilla y continúa amasando hasta formar una bola de masa lisa y homogénea.
Paso 6
Trabaja la masa durante 5 minutos más y deja reposar en un recipiente engrasado y cubierto con un trapo húmedo, hasta que duplique su volumen.
Truco: es preferible que el lugar de reposo esté calientito, por ejemplo, cerca de la estufa o el horno.
Paso 7
Para hacer la crema pastelera que usarás para decorar la rosca de Pascua casera, en un recipiente bate los huevos con las yemas y el azúcar. Agrega también la fécula de maíz.
Cuando la leche rompa a hervir, vierte poco a poco la mezcla de huevos sin dejar de revolver.
Paso 10
Mezcla constantemente hasta que espese y reserva aparte. Puedes agregar una cucharadita de mantequilla al final para evitar que la crema pastelera se reseque al enfriarse.
También puedes hacer una crema pastelera de naranja o utilizarla para hacer otros postres como la clásica tarta de manzana con crema.
Paso 11
Una vez que la masa haya duplicado su tamaño, forma una bola y colócala sobre la mesa de trabajo enharinada. Con el codo enharinado, haz un hueco en el medio para crear la clásica rosca de Pascua argentina. El hueco debe ser grande, ya que, de lo contrario, en el segundo leudado se cerraría. Coloca la rosca en una bandeja para hornear previamente engrasada y enharinada.
Truco: puedes colocar un vaso igualmente engrasado en el medio de la rosca si quieres asegurarte de que no se cierre el agujero.
Paso 12
Dejar leudar, es decir, fermentar, por 30 minutos más. Transcurrido ese tiempo, decora la rosca de Pascua con crema pastelera y pincela el resto con huevo batido.
Truco: precalienta el horno a 180 ºC.
Paso 13
Espolvorea con azúcar y agrega algunas cerezas por encima. Hornea la rosca de Pascua a 180 ºC durante 25 minutos aproximadamente. Recuerda que este tiempo puede variar dependiendo de la potencia y marca de tu horno.
Paso 14
Cuando esté lista, retírala del horno, píntala con mermelada de damascos (u otra que te guste) y agrega los huevos de chocolate. Verás que el resultado está siendo una rosca de Pascua esponjosa y deliciosa. Como se trata de las celebraciones de Pascua, festividad relacionada con la primavera, hemos agregado unas flores y hojas orgánicas para decorar, pero esto último queda totalmente a tu imaginación y gusto.
En un bol grande batir el huevo con 1 clara de huevo y 4 cucharadas de xilitol (se puede reemplazar por stevia) hasta que se vuelva un compuesto espumoso.
Añadir la piel de naranja rallada, las semillas de vainilla, el aceite de girasol, la leche de almendra y mezclar bien.
En otro bol, mezclar todas las harinas, el bicarbonato y el cremor tártaro y añadirlos al compuesto líquido. Si queda muy seco añadir unas cucharadas más de leche de almendras.
Añadir los granos de cacao y mezclar bien.
Repartir el compuesto en moldes de muffins o en un molde para tarta.
Decorar con las almendras enteras y hornear durante 20 minutos.
Esta receta es apta para la Dieta del Metabolismo Acelerado, DMA Fase 3. Con estas cantidades se obtienen 4 porciones de granos y grasas saludables y 1 porción de proteínas, para -10.
Cortar el chocolate lo mas chico posible y derretirlo en baño María. Revolver hasta que quede totalmente derretido y uniforme el chocolate
Proceder a llenar los moldes con chocolate. Para eso, utilizar un pincel y cargarlo con el chocolate previamente derretido. Es importante llenar el molde prestando especial atención a los bordes.
Llevar el molde a la heladera y dejarlo hasta que esté completamente solidificado (aproximadamente demora 15 minutos).
Retirar y volver a repetir la operación, prestando atención a los bordes.
Desmoldar con sumo cuidado el huevo de Pascua. Hacelo suavemente, para que no se rompa.
Llenar una de las mitades con los confites y sorpresas. Luego, con un conito con chocolate caliente, repartir en el borde el chocolate para luego unir con mucha prolijidad ambas mitades. Dejar secar por unos minutos
Con glacé real o chocolate caliente, cargar la manga para decorar el huevo de Pascua.
¡Listo! Ahora a esperar al domingo de Pascua -¡si podés!- para disfrutarlo en familia.
Dividimos el chocolate y la nata en partes iguales en tres bols.
Calentamos cada bol al microondas a media potencia durante un minuto o hasta que se haya fundido el chocolate, pero siempre en tramos de medio o un minuto.
Añadimos tres colorantes diferentes a cada bol y mezclamos. Dejamos enfriar hasta que tenga una consistencia untosa y se pueda escudillar.
Guardamos las ganache en mangas pasteleras con boquillas rizadas.
Para hacer la masa de los cupcakes:
Calentamos el horno a 170º C y preparamos una bandeja con las capsulas de cupcakes.
Tamizamos la harina con la levadura química y la sal por lo menos tres veces.
Batimos la mantequilla y el azúcar en una batidora eléctrica de cocina hasta que esté bien mezclado todo.
Añadimos los huevos uno a uno y el extracto de naranja.
Echamos la harina y la leche, y batimos hasta obtener una mezcla homogénea.
Llenamos cada molde de papel hasta la mitad con el batido, les damos un golpe contra la mesada y horneamos durante 20 o 25 minutos, o hasta que una palito de madera salga limpio cuando se introduzca.
Retiramos la bandeja del horno, dejamos templar 20 minutos, pasamos los cupcakes a una rejilla y los dejamos enfriar completamente.
Cuando estén fríos juntamos los cupcakes, las coberturas de chocolate y las decoraciones en nuestra mesa de trabajo.
Escudillamos ganache en los bordes y rellenamos el centro.
Cortamos los palos de los pick nidos que vayamos a usar para que se ajusten a la altura de la ganache y los ponemos en el centro de los cupcakes.
Decoramos el resto de cupcakes con los otros adornos de mona de Pascua.
Los servimos en un stand para cupcakes o stand para tartas.
¿Te gustó esta receta de cupcakes para Pascua? Así como quien no quiere la cosa podríamos decir que son «mini monas de Pascua» que van a gustar mucho a los más peques de la casa y a su batallón de amigos. ¿Te animas a montar una Pascua-Party?
Algunos consejos útiles:
Podés usar coberturas de colores en vez de darle color al chocolate, la receta será mucho más rápida.
La boquilla que se usa para la ganache verde es la nº 6B de Wilton.Para la ganache amarilla se usa la boquilla nº 2D de Wilton y, para la ganache azul, la boquilla nº 125 de Wilton.
Podés hacer las coberturas conbuttercream si te gusta la manteca.
El extracto de naranja se puede sustituir por ralladura de una naranja.
Empezamos con el budín de pan. Cortamos el pan en cuadraditos, con o sin cáscara y lo dejamos remojando en leche. Esta versión como intenta imitar la rosca de pascua lleva más pan de lo habitual, y el mismo debe quedar mojado, pero no tiene que sobrar líquido. De esta forma, queda una mezcla más densa. Lo dejamos reposar en la heladera por lo menos por 1 hora.
Hacemos luego un caramelo para la budinera, a nosotros nos gusta con mucho caramelo, así que usé 1 taza de azúcar, eso es a gusto. Cuando el caramelo está dorado, retirar y con cuidado de no quemarse ponemos el caramelo y lo esparcimos moviendo el molde. Lo dejamos enfriar a temperatura ambiente.
El budín lo hice en olla Essen, lo mismo se puede hacer al horno. En cualquier caso, ponemos a precalentar antes del siguiente paso.
En manteca bien el molde.
Con un tenedor desgranamos un poco el pan, le agregamos el azúcar, canela y vainilla.
Mezclamos y le agregamos los huevos batidos. Ponemos la mezcla en el molde con el caramelo frío.
Lo llevamos a horno o fuego medio por unos 30/40 minutos aprox. Cuando el budín se ve cuajado y firme, ya está. Lo dejamos enfriar a temperatura ambiente y luego llevamos a heladera por 2 horas, si puede ser más tiempo es mejor, ayuda al desmoldado.
Ahora hacemos la crema pastelera. Necesitamos 2 recipientes para poder hacerla paso a paso y para que no queden grumos es importante pasarla por el colador.
En un recipiente grande ponemos la manteca en pedacitos y la dejamos. En otro recipiente ponemos los huevos con la maizena y el azúcar y los batimos para mezclarlos. Y en una ollita ponemos la leche con la vainilla y si gustan un pelín de colorante amarillo y calentamos sin que llegue a punto de hervor.
En el recipiente con huevos y con un batidorcito vamos agregando la leche caliente de a poquitos mientras revolvemos. Luego ponemos todo en la ollita de nuevo y llevamos al fuego, seguimos revolviendo hasta que se vuelve todo espeso y brillante.
Llevamos la mezcla caliente al recipiente con manteca, pero previa pasada por el colador. Mezclamos bien y dejamos enfriar. Luego llevamos a la heladera que enfríe bien.
Una vez que está todo listo y frío y pasó el tiempo correspondiente, sacamos la crema pastelera y la mixeamos o la pasamos por la licuadora para ablandarla un poco, la ponemos en una manga y reservamos.
Para desmoldar el budín, pasamos un cuchillo por todos los bordes y damos vuelta en una fuente. Si no despega, pasar un poquito por la hornalla para que ablande el caramelo y se desprenda mejor.
Ponemos la pastelera como nos guste y decoramos. Se puede agregar alguna fruta en almíbar o dulce de leche, lo que tengan o gusten!
Comenzamos por fundir y templar el chocolate, ya sea en baño María (cuidando de que no hierva el agua del baño) o bien al microondas.
Ya fundido, removeremos para templarlo y llevarlo a una temperatura ideal para su manipulación. Mientras, lavaremos los moldes, los secaremos muy bien con servilletas de papel o rollo de cocina, y los repasaremos con un algodón con alcohol para eliminar grasitudes y suciedades.
A continuación, rellenamos los moldes para crear la base de los bombones. Podemos aplicar aquí la técnica que antaño utilizaban nuestras abuelas, que consiste en rellenarlos en su totalidad, dejar reposar para que el chocolate se adhiera al borde del molde, y luego dar vuelta para volcar el chocolate excedente hacia la ollita. Otra opción es colocar el chocolate y hacer girar el molde, hasta que cubra el interior en su totalidad.
Ya listos los moldes de nuestros bombones, dejaremos enfriar un poco en la mesada, y luego llevaremos a la heladera por unos diez minutos.
A continuación, procedemos a rellenarlos. Entre las opciones para rellenar los bombones para Pascuas encontraremos helado templado, dulce de leche, alguna crema dulce, frutas secas, frutas confitadas, frutas almibaradas bien escurridas, alguna crema licorosa, trozos de frutas frescas bien sequitas, o casi cualquier cosa que deseemos colocar dentro de los bombones. Lo importante es que sean del tamaño adecuado, sin que lleguen al extremo superior del borde del molde, y que estén bien escurridas para que no haya problemas en el cierre del chocolate.
Ya rellenos los bombones para Pascuas, procedemos a volcar el chocolate templado hasta llegar bien al borde del molde, creando así la tapa de cierre inferior. Dejamos reposar sobre la mesada, corroborando que el chocolate quede plano y bien presentado, y luego llevamos unos cinco minutos a la heladera.
Por último, desmoldamos y ya podremos disfrutar de unos exquisitos bombones para Pascuas.
Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas: conocé el testimonio de Mabel Rodas, excombatiente y voluntaria de Cruz Roja Argentina
En esta fecha tan especial para nuestra Patria, desde Papelera K&A recordamos a los caídos en la lucha de Malvinas, y homenajeamos a los voluntarios que tanto hicieron por nuestro país en un momento histórico que la humanidad jamás olvidará.
Cada 2 de abril los argentinos nos ponemos de pie para recordar y homenajear a los cientos de soldados y voluntarios que en el año 1982 participaron del combate con la convicción de que las Islas Malvinas fueron, son y siempre serán argentinas.
“Recordar esta fecha tiene distintos objetivos: honrar a los soldados muertos en esa guerra, conocer los hechos históricos relacionados con Malvinas, informar sobre la situación actual de las islas y sobre los reclamos argentinos”, señalan desde el Gobierno Nacional. Es clave resaltar que fue en el año 2000 cuando se estableció al 2 de abril como el Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas.
Desde entonces organizaciones, instituciones y el Estado impulsan diversas acciones, bajo un mismo lema: Malvinas nos une. Papelera K&A quería hacerse presente, y por ello fuimos en búsqueda de uno de los tantos testimonios importantes para la historia del país y, especialmente, para nuestra provincia.
En el marco de nuestra alianza estratégica con Cruz Roja Argentina Filial Posadas tuvimos la oportunidad y el orgullo de conocer la historia de la misionera Mabel Elsa Rodas, hoy enfermera voluntaria de Cruz Roja Argentina, y que en aquel momento histórico asistió a los heridos de guerra en el Hospital Naval Puerto Belgrano.
Nos metemos de lleno en la historia: ¿Qué pasó en el año 1982?
El 2 de abril del año 1982 el Gobierno argentino decidió iniciar la guerra contra Inglaterra, con el objetivo de recuperar el dominio sobre las Islas Malvinas. Tres meses después, el 14 de junio de 1982, Argentina declaró su rendición, y junto al mundo entero lamentó la muerte de más de 640 soldados argentinos, más de 250 soldados británicos y algunos civiles isleños.
El testimonio en primera persona de Mabel:
“Yo, en el año 1982 me encontraba trabajando en el Hospital Naval de Puerto Belgrano, en una sala común donde se asistía a los conscriptos de cualquier dolencia.
El día 1 de abril del año 1982, me encontraba cubriendo la guardia del turno noche, y a la madrugada nuestro superior, el suboficial enfermero, pasó a informar que al otro día no debíamos entregar la guardia, y que esperáramos nuevas novedades”.
Todos en el hospital estaban muy expectantes a las novedades, siguió contando Mabel, y fue alrededor de las 10 hs del día 2 de abril cuando los supervisores del lugar informaron a los voluntarios que las tropas argentinas habían desembarcado en las Islas Malvinas y que habían tomado la casa del gobernador. En ese contexto hubo un enfrentamiento, que causó varias muertes y lesiones a los soldados partícipes.
“Uno de los fallecidos era nuestro querido capitán, y entre los heridos se encontraban dos colegas enfermeros. Nos dijeron que posiblemente estos heridos llegarían al hospital en horas de la tarde, y que a partir de ese momento el Hospital Naval de Puerto Belgrano era declarado de apoyo logístico y centro de operaciones de la guerra”.
Todos los voluntarios del hospital se pusieron a disposición automáticamente, aunque volvieron a su servicio consternados por lo que estaba pasando, y preocupados por lo que podría pasar más adelante.
Durante los primeros 20 días, señaló Mabel, no hubo heridos, debido a que los soldados británicos aún no habían desembarcado en las Islas Malvinas. Durante ese tiempo, los voluntarios pudieron capacitarse para atender a heridos de guerra, de la mano de sus superiores.
“La guerra realmente comenzó cuando las tropas británicas llegaron a las Islas. Desde entonces recibimos a enormes cantidades de heridos con diversa gravedad: heridos de balas, fracturas, quemaduras, amputados (…)
Habían muchísimos soldados conscriptos, nosotros atendíamos a los de clase 62 y 63, y realmente me parece importante destacar el valor y patriotismo de aquellos jóvenes. Muchos hablan de los chicos de la guerra, pero realmente yo no vi a ningún chico, yo vi a hombres jóvenes nutridos de coraje, dispuestos a entregar la vida por la patria”.
El equipo de voluntarios que acompañaba a Mabel en esos momentos trágicos, estaba compuesto por mujeres, de entre 20 y 25 años.
“Después de la guerra, todas nos quedamos calladas durante muchísimos años. Yo creo que es porque quizás no queríamos volver con la imaginación a ese escenario de guerra, recordar ese dolor tan grande; por que si bien nosotros no sufrimos las heridas, nos quedamos con una secuela psicológica muy grande.
Cuando pasaron los primeros 30 años después del conflicto nos volvimos a encontrar, sentíamos la necesidad de reencontrarnos. Fue entonces cuando armamos una Asociación de Enfermeros del Hospital Naval Puerto Belgrano año 1982”.
Desde entonces trabajan activamente para difundir sus historias, a través de encuentros, charlas y escritos:
“Nuestro trabajo como mujeres nunca fue mencionado. La guerra en sí, la figura del veterano, fue tapando lo que hacíamos nosotras. Sentimos que no somos reconocidas como veteranas de guerra. Nuestro trabajo fue muy importante, y deberíamos tener el correspondiente reconocimiento”.
El voluntariado y la ayuda humanitaria
La guerra marcó un antes y un después en la vida de Mabel, y de todas las personas que estuvieron implicadas. Por su parte, señaló la voluntaria, esa experiencia la llevó a tomar una decisión que guiaría su accionar en adelante: ayudar a los que más lo necesitan.
Es así que trabaja con donaciones para las escuelas rurales, con insumos escolares y alimenticios. Además de brindar charlas, en las que aborda su experiencia durante la guerra, y les enseña a los niños sobre la historia de Argentina.
A su vez, Mabel trabaja como enfermera voluntaria en Cruz Roja Argentina, desde hace aproximadamente 6 años.
“La guerra solamente deja muerte y desolación. Nadie gana en una guerra. Para eso está la diplomacia y el entendimiento, no hace falta llegar a un enfrentamiento, en donde se generan las muertes, heridas y mochilas que cada uno de nosotros, los ex-combatientes, llevamos. Creo que el mejor lugar en el que puede estar un ser humano es ahí, ayudando al otro», culminó diciendo Mabel.
A 40 años del combate en las Islas Malvinas desde Papelera K&A -junto al pueblo argentino- queremos homenajear a los caídos, sus familiares y a los veteranos y veteranas de Malvinas, profundizando y dándoles visibilidad a sus historias.